Patitos en Fila

Patitos en Fila

sábado, 29 de enero de 2011

Secuencia nocturna

Noctámbula. 

Amiga de la noche. 
De la oscuridad. De la profundidad. 
Noche que alberga mis temores, mis frustraciones, mis necesidades, mis deseos de huir, mis fantasías y mis sueños...
Sueños utópicos, descabellados, secuencias irreales. 

Silencio cómplice. 

Hipótesis, teorías, caminos. 
Miradas perdidas. 
Incertidumbre. Delirio. Dolor. 
Lágrimas veloces, agobiantes, ácidas. 

Vacío. 

Melancolía, nostalgia, tristeza. 
Impotencia. Indignación. 
Desesperación. 
Agitada respiración, suspiros calmantes. 

Incomprensión. 

Cansancio. 

Resignación.

viernes, 28 de enero de 2011

Equilibrio

Desde que tengo uso de la razón, mi vida esta destinada a encontrar el equilibrio. La responsabilidad y el orden marcaron mis pasos. Liderar en todos los ámbitos en los que incursioné, fue la preocupación mayor. Seguir los mandatos sociales, estudiar, trabajar, competir, ser pareja, ser amiga, ser hija. Paradójicamente, perdiendo el equilibrio, encontré mis momentos de suma felicidad. Porque ya no creo que una vida equilibrada signifique pisar siempre seguro, ni buscar el consentimiento ni la aprobación del resto. Porque ya no le temo a mis miedos, que hoy se han convertido en valientes, y me han permitido volar sin caer. Porque hoy entiendo que perder el equilibrio por amor es también llevar una vida equilibrada. Y no existe sensación más reconfortante ni pura.

martes, 25 de enero de 2011

Coraje

Latidos. Avivados latidos. Respiración. Agitada respiración. Y entre tanto revuelo interno, Andrés no había notado sus pantalones empapados del sudor perteneciente a sus manos. Miraba impávido el suelo, conteniendo la necesidad urgente de correr, de gritar. Intentando atenuar las pulsaciones, se reclinó sobre el banco del andén. No quedaba mucho tiempo de espera, pero él solo hecho de saber que volvería a enfrentarla lo descolocaba, lo dejaba atónito, bloqueaba su capacidad de razonar.
Comenzó a recordarla, justo en ese momento, creyendo que sería una herramienta de escape. Todavía podía sentir el aroma que Clara solía dejar impregnado en las sábanas. Cada noche, se esforzaba por retener ese instante donde la sentía, pero no siempre era posible, y sabia que cuando no lo lograba, sería inútil intentar conciliar el sueño. Todavía su amor le daba descargas.
Miró el reloj, y su mirada fue tan intensa que creyó detener el tiempo. Tenía miedo. Sentía terror. Clara había formado parte de su pasado, pero también de su presente aunque ella no lo registrara. Tomándose la frente, secó las gotas de sudor, y recordó que en su bolsillo guardaba aquel tesoro. Lo tomó entre sus manos, lo observó detenidamente, y como era de esperarse, una cascada de recuerdos lo inundó aún más en la desesperación. Ella lo había amado, el estaba seguro de eso.
–    Clara me amó, yo se que supo amarme… ¿o en realidad me quíso? ¿Me quíso o tán sólo me acompañó por lástima a mi desenfrenado amor por ella?
El calor no ayudaba. Era tan agobiante como los sentimientos que estrujaban su estómago. Sintió el silbido del tren a lo lejos. Y tembló. Volvió a mirar su reloj. Y se tranquilizó.Todavía quedaban unos minutos de espera. Sería otro tren, otro destino.
- Dios, ¿por qué este destino? –Pensó amargado- ¿Por qué será que dios no me quiere?
Y se volvía a plantear:
 – Si me considerara, sabría que no puedo perderla, que la necesito en mi vida…si me considerara, ella me amaría…
Levantó su cabeza, volvió a reclinarse, y sintió pena de su ser. Pudo notar que estaba desalmado, que Clara se había adueñado de su razón.
Imaginó todas las posibles reacciones de su amada cuando descendiera del tren. Furia, enojo, desprecio, ignorancia, desinterés. Eran las únicas posibilidades que encajaban.
Y sin notarlo, de pronto, llego diferente, por no decir que se metió, el recuerdo que iluminó su pensar.
Clara y Andrés jugaban, no superaban los 8 años de edad, Andrés moría por sorprender a Clara. La invitó a la orilla del rió, la citó “cuando el sol parezca color naranja” en el árbol donde solían jugar, y Clara prometió que allí estaría. Andrés, emocionado, con un regocijo imposible de disimular, corrió a su casa, más precisamente a su habitación. Cuando estuvo seguro de que nadie lo iba a interrumpir, dibujó el corazón mas hermoso, y en el centro, ambas iniciales consagraban un amor eterno, puro como cualquier primer amor. Lo guardó con mucho cuidado, y se dirigió al árbol, a esperar. El sol resplandecía, pero comenzó a dejar de brillar, y Andrés sabía que en el momento en que se volviese naranja, Clara vendría. Huirían hasta la orilla del río y allí, podría entregarle su tesoro. Andrés espero, esperanzado al principio, frustrado y triste después. Pero Clara jamás apareció.
Volvió a escuchar el silbido del tren, y supo que era el tren de Clara. Se levantó y se marchó Sin dudar, se lleno de coraje, y comprendió. Clara estaba fuera de su destino, porque ella supo traicionarlo una vez, y lo traicionaría toda la vida.

viernes, 21 de enero de 2011

Hope

"La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hambre"

Friedrich Nietzche

jueves, 20 de enero de 2011

Naufragando


Y ahí estaba ella, mirando las estrellas tan lejanas, pero tan cercanas a sus sueños, sus sueños saltando de estrella en estrella, jugando y riendo a carcajadas. Flotando en el agua, como una cruz que ya se había liberado de su peso, flotando con total libertad en el agua y mirando las estrellas. Tranquila, porque sabía que detrás estaba él, en el otro extremo de la piscina. Mirándola, deseándola, esperando que el agua la arrastrára a sus manos. Fueron minutos que duraron una eternidad. Pudo ver en imágenes nítidas, en aquel cielo negro y profundo, como sería la vida junto a él, como dormirían abrazados, como despertarían con besos que ataquen la rutina, como se apoyarían en aquellos momentos desdichados, y como se divertirían al festejar los logros. Las cenas charlando de sus días, los proyectos de una hermosa familia, los silencios llenos de miradas cómplices, los más dulces besos. Las caminatas por la playa de la mano, sus viajes por rutas desiertas escuchando rock and roll, las tiernas reconciliaciones y los caprichos consentidos.
De repente las imágenes se esfumaron y sintió como él emergía de la profundidad del agua y la sostenía. Y respiraba en su oído, y la dejaba seguir flotando, paseándola por todo la piscina, llevándola consigo, envolviéndole la piel. Sus manos cuidándola, su cuerpo protegiéndola. Disfruto de lo que sabía, sería un momento. Y por un instante volvió a amarlo. La giro entre sus manos, y se sumergieron juntos. Ya en la superficie, sólo con sus rostros fuera del agua, ella lo abrazó atrapándolo entre sus brazos, sujetándolo fuertemente.  Necesitaba saber que el también sentía lo mismo, que no importaba que ocurriera en sus vidas, ya no podrían dejar de quererse y mucho menos podrían intentar olvidarse.

Welcome to the jungle

Después de unos merecidos días en la orilla del mar, vuelvo a la selva de concreto. Otra posibilidad no queda. En pocos días, la intensa rutina.

miércoles, 5 de enero de 2011

martes, 4 de enero de 2011

Sin cronogramas


Definitivamente las vacaciones sin cronogramas ni planes son las mejores. Nada de elegir lugares dos meses antes y cuando llega el momento de irse ya no tenes ganas de estar ahí. Nada de tours, excursiones ni visitas a lugares que no te importan y te restan tiempo de descanso. Nada de levantarse a horarios programados ni depender de la voluntad de un coordinador. Nada de destinos llenos de gente preparada para hacer la guerra por un lugar en un restaurant. Fuera la obligación de estar bronceada al punto de carbonizarse por estar divina y comprar todas las estupideces de moda para alienarse en la onda cool. No quiero terminar mis cortas vacaciones más cansada que al empezarlas. Decidí que estas vacaciones serán destinadas a poder hacer todas esas cosas que durante el año no tengo tiempo. A saber: pintar mi casa, reciclar muebles olvidados, deshacerme de todo lo inútil que ocupe lugar, poder entrenar sin preocuparme de que me duela todo al terminar, leer todos los libros que me quedaron pendientes, mirar las series y películas que esperan ser terminadas, alimentarme a base de kilos de helado y chocolate, viajar con amigas a destinos donde podamos disfrutar de estar juntas y no tener que estar luchando con la gente, y básicamente, a estar en armonía, descansar, porque me espera un año duro y repleto de proyectos. Y a decir verdad, ya me conozco, y mi autoexigencia puede más. No voy a parar hasta que todo se cumpla.